- “¡Aaachís!” “¡Aaachís!” “¡Aaachís!”
Esos primeros estornudos son la tarjeta de presentación de uno de los protagonistas indiscutibles del invierno, ése que cada año nos declara la guerra abiertamente a muchos de nosotros: el resfriado.
Es también el preludio de una larga contienda contra catarros, toses, mucosidades y dolores de cabeza que se prolongará durante los próximos meses, hasta bien entrada la primavera.
En este escenario, parece que no existe nadie inmune a esta epidemia estacional. Cada año por estas fechas, todo el mundo es llamado a esta batalla sin cuartel pertrechados con pañuelos, antigripales, mejunjes de la abuela…
¿Todo el mundo? La verdad es que no. Hay personas que pasan el invierno ajenas a los resfriados, incluso en los meses más fríos.
¡Guerra al resfriado!Seguro que se lo ha preguntado en infinidad de ocasiones: “¿qué es lo que tengo que hacer para no resfriarme?”
Resignarse supone caer enfermo y verse obligado a sobrellevar sus molestos síntomas; enfrentarse a él significa prevenirlo y evitarlo eficazmente.
Lo mejor será que deje de buscar respuestas y pase a la acción. Al resfriado hay que plantarle cara; preparar todas las armas de las se dispone y salir al campo de batalla.
Pero para afrontar con éxito la contienda necesita contar con un sistema autoinmune fuerte y activo, y proteger su flora intestinal y sus mucosas pulmonares.
Para ayudarle a poner en marcha la estrategia de la victoria este invierno, hemos desarrollado un completo plan de acción que podrá leer en el ejemplar de diciembre. Y aquí, una vez más, encontrará en el poder curativo de las plantas a un poderoso aliado. ¡No habrá pelotón de virus que pueda con usted!
Paso 1. El sistema inmunitario, la primera línea de defensaLa primera barrera entre el resfriado y el organismo la forman, por supuesto, unos hábitos de vida saludables. Sin embargo, no es ningún secreto que el ritmo de vida actual, el estrés… impiden muchas veces que lleguen a ponerse en práctica.
Por eso, especialmente en invierno, es fundamental recurrir a suplementos vitamínicos que permitan fortalecer el sistema inmunitario, priorizando entre ellos la vitamina D y la vitamina C.
Pero ya sea para prevenir o para tratar los síntomas del resfriado, con lo que usted va a marcar la diferencia este invierno es con el gran poder de las plantas.
Paso 2. Plantas listas para la batallaEl “ejército de las plantas” nos ofrece muchos elementos con propiedades altamente beneficiosas. Pero hay dos especialmente destacables y que, manteniendo el símil bélico en esta “guerra” contra el resfriado, serían:
- La equinácea, la artillería. Es la planta más utilizada en la actualidad para aumentar la eficacia del sistema inmunitario, ya que estimula la producción de glóbulos blancos y aumenta su capacidad para destruir a los invasores. Su labor es de acción directa, reclutando y movilizando rápidamente a las “tropas” ante un ataque inminente.
- La raíz de astrágalo de China, la infantería. Esta planta aumenta el número de células madre presentes en la médula espinal y en los tejidos linfáticos y estimula la conversión de estas células en glóbulos blancos. Su labor, pues, es preventiva, asegurando las “fortificaciones” del organismo para resistir los asaltos del frío. Además, los estudios demuestran que también puede mejorar la salud respiratoria.
- El propóleo que a parte de subir nuestro sisitema inmunitario tambié funciona como el mejor antibiótico natural que existe hoy en día.
Paso 3. Todo un arsenal natural contra el resfriadoLa naturaleza nos brinda muchas otras armas a través de las plantas para hacer frente, debilitar y finalmente ganar la batalla a los virus.
¿Sabía que el ajo fresco estimula la actividad de las células inmunitarias, desinfecta los alvéolos pulmonares y previene las enfermedades respiratorias?
También le contaremos cómo proteger la flora intestinal con probióticos como el kimchi coreano y prebióticos como la bardana y el diente de león,
Y entre otras soluciones que también podrá tener en cuenta está el jarabe de baya de saúco, especialmente eficaz para reforzar el sistema inmunitario de los más pequeños, a partir de los 5 años